Où l'on traverse le Kizilirmak, « le Fleuve rouge », le plus long fleuve d'Anatolie
qui parcourt 1.200 km dans les hauts plateaux avant de déboucher dans le Bosphore.
Où l'on découvre les cheminées de fée et les villes souterraines.
Où l'on parcoure les églises creusées dans la roche.
Où l'on dort dans une chambre troglodyte.
Où l'on voit les envols de ballon au lever du soleil.
Où l'on essaie le tour du potier avec un jeune enfant.
Où l'on goute les vins d'Urgüp vieillis dans des grottes.
Donde cruzamos el Kizilirmak,“el Río Rojo”, el más largo de Anatolia
que recorre 1.200 km en las tierras altas antes de desembocar en el Bósforo.
Donde descubrimos chimeneas de hadas y ciudades subterráneas.
Donde exploramos las iglesias excavadas en la roca.
Donde dormimos en una habitación troglodita.
Donde vimos los globos despegar al amanecer.
Donde probamos el torno de alfarero con un niño.
Donde degustamos los vinos de Urgüp envejecidos en cuevas.
que recorre 1.200 km en las tierras altas antes de desembocar en el Bósforo.
Donde descubrimos chimeneas de hadas y ciudades subterráneas.
Donde exploramos las iglesias excavadas en la roca.
Donde dormimos en una habitación troglodita.
Donde vimos los globos despegar al amanecer.
Donde probamos el torno de alfarero con un niño.
Donde degustamos los vinos de Urgüp envejecidos en cuevas.
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